ChatGPT en educación: ¿Prohibir o beneficiarse de esta IA?

1. ChatGPT ¿Prohibir o beneficiarse de esta IA?

Éstas son las dos reacciones opuestas de centros educativos, universidades y docentes en el mundo a esta nueva herramienta de inteligencia artificial. ¿Pero qué es ChatGPT?

A primera vista, ChatGPT parece ser un super potente Google, que en cuestión de segundos te responde con un texto escrito a una pregunta sencilla o a una muy compleja, sobre prácticamente cualquier tema.

Todos usamos Google o similares para encontrar respuestas, pero normalmente tienes que navegar durante minutos y entrar en varios de los resultados ofrecidos.

Si preguntas a Google «sobre la importancia de la primera guerra mundial», por ejemplo, te ofrece estos resultados de Wikipedia y otras webs que encuentra en Internet que deberás evaluar para conocer la respuesta.

Mientras que si haces la misma pregunta a ChatGPT obtienes este texto respondiendo directamente a tu pregunta:

El tipo de preguntas o peticiones que puedes hacerle te sorprenden por su rapidez de respuesta, coherencia en su lenguaje, es competente en cualquier asignatura y entiende 95 idiomas.

Pero ChatGPT no es Google. ChatGPT no está conectado a internet, si no que crea las respuestas a partir de una IA, que ha sido entrenada con una enorme base de datos y puede ocasionalmente dar respuestas incorrectas y sesgadas.

En este video te explico 4 aspectos claves de esta IA:

1. La dificultad de detectar plagio en cualquier materia
2. Una preocupación importante de la que no se habla suficiente con ChatGPT
3. Mi experiencia con ChatGPT hasta ahora
4. Cómo usarlo como profesor para ser más productivo

• 00:00 ¿Prohibir o beneficiarse de Chat GPT?
• 00:14 ¿Qué es Chat GPT?
• 01:59 6 funciones diferentes de Chat GPT
• 03:26 La dificultad para detectar plagio
• 08:20 Una preocupación importante: Privacidad de datos
• 10:08 Mi experiencia con Chat GPT
• 12:24 Cómo puedes usarlo como profesor para ser más productivo

¿Prefieres leer en vez de ver el vídeo? Continúa debajo. 

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En general, ChatGPT tiene seis funciones distintas:

1. Responder preguntas de cualquier materia., incluso resolución de problemas de matemáticas

2. Resumir o Explicar información a nivel elemental o avanzado o incluso completar un texto

3. Crear un contenido original en formato texto: redacciones, poemas, canciones, guión de un video, preguntas de un examen, fórmulas de una hoja de cálculo, un listado con una planificación de una lección, etc

4. Traducir un texto a otro idioma con gran precisión

5. Proporcionar feedback: darle un texto y que lo analice para darte retroalimentación

6. Escribir un código de programación: Puede no solo escribir en el lenguaje HTML, Java o Python entre otros sino que también puede encontrar errores y explicarte el código paso a paso.

Pero su valor además no acaba aquí. Gracias a su capacidad de recordar, tras tu primera pregunta puedes seguir preguntando, para saber más, para aclarar dudas o para perfilar el estilo de la respuesta que buscas y todo en un lenguaje natural.

ChatGPT también puede solicitarte aclaraciones sobre tu pregunta o solicitarte más información, de manera que básicamente puedes mantener una conversación con este robot como si tuvieras un tutor personal al otro lado de la pantalla que te ayuda en cualquier aprendizaje.

Pero entonces ¿Por qué prohibir el uso de ChatGPT a los alumnos? Te lo explico a continuación.

2. La dificultad de detectar plagio en cualquier materia

Una particularidad de ChatGPT es que cada respuesta que ofrece es única, es decir responde con un texto diferente y coherente a una misma pregunta, de manera que es difícil detectar plagio. No es un copiar y pegar de Wikipedia u otra web, que se puede detectar fácilmente, sino que ChatGPT genera una respuesta única inteligente y me temo que en muchos casos redacta y expresa las ideas de forma más clara que muchos estudiantes y adultos humanos.

Por tanto el problema está servido, si se le pide al alumno que complete el verbo que falta en unas frases en inglés, ya sea en casa o en clase, éste puede entrar en chatGPT, plantea el ejercicio y tiene una respuesta coherente en cuestión de segundos.

Puede copiar y pegar todo este texto, o escribirlo a mano en una libreta, y si lo hace sin entenderlo, el aprendizaje es cero. Se arriesga a que la respuesta sea incorrecta, pues ChatGPT da errores algunas veces pero este servicio está en proceso de aprendizaje continuo manteniendo conversaciones con millones de humanos cada día y con una base datos creciente, con lo que imagino que el nivel de errores irá decreciendo a gran velocidad.

Por otro lado, si el estudiante lo usa para corroborar si hizo el ejercicio correctamente, ChatGPT puede ser un buen aliado del profesor en clase o en casa, ofreciendo feedback inmediato al alumno y éste pudiendo plantear más dudas a este robot sobre el error en la resolución del ejercicio.

Pero viendo la capacidad de esta inteligencia artificial como una amenaza, muchas universidades han decidido prohibir ChatGPT en clase ya que los alumnos pueden hacer las tareas fácilmente e incluso en algunas universidades australianas han vuelto al lápiz y papel para hacer exámenes.

Por otro lado rápidamente han aparecido detectores de escritos redactados con IA como GPTZero como defensa, pero lo cierto es que también existen herramientas para parafrasear un texto de manera que no sea perceptible el estilo por los detectores de IA como Conch.ai. Todo apunta además que saldrán versiones mejoradas de ChatGPT, que hace intuir que el nivel de redacción será incluso mejor y más difícil de detectar.

Prohibir su uso en general parece una batalla perdida y más cuando Microsoft integrará ChatGPT en Bing, su navegador web y lo mismo hará Google con Chrome con su chatbot llamado Bard.

Otro sentimiento que abunda en Internet entre docentes es que hay que poner tareas o exámenes más difíciles, de manera que la IA no pueda solucionar, pero esto va a ser complicado en cuanto que ya se la ha puesto a prueba a ChatGPT en varios estudios y ha aprobado exámenes de la carrera de medicina o de un Master de Administración de Empresas.

Por tanto si ponemos el nivel de la tarea muy alto, no podrán hacerla ni entenderla sin tener las habilidades básicas que se necesita para actividades avanzadas y tampoco habrá aprendizaje.

Igualmente la solución de hacer que los alumnos evalúen una tarea completada por ChatGPT para desarrollar pensamiento crítico tampoco va a funcionar, ya que ChatGPT es bastante bueno criticando sus propias respuestas y también imagino que criticando sus propias críticas a sus respuestas y así hasta el infinito.

Cuando sale una nueva tecnología, da un poco de vértigo el futuro pero no podemos controlar fácilmente que los deberes en casa los haya hecho ChatGPT y no nuestro alumno. Pero tampoco podemos controlar ahora, si ha recibido ayuda de su padre, lo ha copiado de un compañero o ha acudido al rincón del vago.

No obstante, parece lógico restringir su acceso durante ciertas tareas en clase o exámenes del mismo modo que se hace ahora con el uso de ordenadores, móviles o Internet o aplicaciones como PhotoMath para resoluciones matemáticas.

De esta manera, aunque el estudiante use ChatGPT para hacer deberes en casa, no tendrá más remedio que entender la materia para superar el examen en solitario.

También la evaluación de un estudiante no se basa en un único examen hoy en día sino que el estudiante es evaluado adicionalmente por otras habilidades que no puede delegar a ChatGPT como proyectos en clase, presentaciones orales, creatividad en la creación de videos, capacidad de trabajo en equipo, participación en clase, pensamiento crítico en un debate en vivo, resolución de problemas, etc.

Quizás aprovechar las ventajas de ChatGPT en tu labor de profesor, hacer clases más participativas con ella o educar en su uso adecuado sea el mejor camino a adoptar.

Seguramente educar con el uso de inteligencia artificial, no sólo ya ChatGPT, será necesario a largo plazo para que los alumnos (y docentes) estén preparados para entrar en el mercado laboral. Su competitividad dependerá en parte de su capacidad para entender y ser productivos con esta tecnología.

3. Una preocupación importante de la que no se habla suficiente

Uno de los mayores problemas de ChatGPT tiene que ver con la privacidad. Ya tenemos mala experiencia en el pasado con Google y Facebook y ya de inicio no me gustó que tengas que dar tu número de teléfono (adicionalmente a tu email) para abrir una cuenta sin tener otra opción.

Has de saber que todo lo que preguntas a ChatGPT queda registrado en algún lugar indefinidamente y no sabemos cómo se está utilizando esta información que está asociada a nuestros datos personales. Aunque puedes eliminar tu cuenta de forma completa o un chat concreto, no tengo claro que los datos eliminados no sean recuperables por terceros.

Cuando comento este tema, la mayoría de profesores y sobre todo estudiantes, comentan que sólo lo usan para el trabajo o hacer tareas de clase. Pero cabe la posibilidad de que acaben vendiendo esta información sobre lo que uno estudia o enseña para qué otras empresas hagan publicidad relevante a nuestra profesión.

También será complicado que este servicio no conozca nuestros intereses y creencias personales cuando se integre con Bing o Chrome, que usamos en nuestras búsquedas diarias. Ellos mismos en sus preguntas frecuentes dicen:

“Por favor, no compartas información sensible /confidencial en tus conversaciones»

Pero inevitablemente la gente va a introducir todo tipo de datos personales en sus preguntas, intentando ver los límites de este chatbot o a medida que se habitúen con su uso. Imagino que la nueva Ley de Inteligencia Artificial de la UE, que se está ultimando, podría tener una gran repercusión para vigilar cómo se están usando los datos en el uso de la IA.

Es importante que nuestros alumnos sean conscientes que al igual que con cualquier otra tecnología han de ser cautos en el uso de ChatGPT y no escribir información confidencial o personal que si saliera a la luz afectaría a su reputación, dignidad o seguridad.

4. Mi experiencia con ChatGPT

En las semanas que llevo trabajando con ChatGPT, he visto que de forma similar a Google, como mejor planteada y detallada es mi pregunta, mejor es la calidad de su respuesta. Lo que resulta siempre en un ejercicio intelectual y de aprendizaje para buscar el mejor planteamiento de mi petición.

Aunque su primera respuesta es siempre buena, necesito seguir preguntando e indagando en mi cerebro para obtener la información que encuentro acertada. Siguiendo los consejos de otros usuarios en Internet, he visto que funciona bien preguntar presentando un listado de los puntos que quieres que incluya, como puedes ver en el ejemplo de debajo:

También puedes especificar que el escrito

• use un tono académico o informal
• que esté dirigido a una audiencia concreta (estudiante o profesional)
• que use ejemplos
• que esté redactada en un estilo narrativo concreto (p.ej.: Cervantes)
• imite a una publicación como el National Geographic o un periódico o el estilo de tu blog
• e incluso que acabe con una conclusión conmovedora

Todos estos detalles específicos te permiten obtener un texto más acertado a lo que buscas. Pero ChatGPT no es perfecto. Cada dato o información que te proporciona, puede estar incorrecta y siempre requiere de pensamiento crítico para valorar la idoneidad y realizar más búsquedas fuera de ChatGPT para comprobar la veracidad de su respuesta. Este punto es vital para enseñar a los estudiantes y que conozcan el riesgo de copiar y pegar sin leer ni pensar.

En cuanto al estilo de redacción, en estos momentos me sigue gustando más como redacto y me expreso yo, aunque me temo que cambiara en el futuro. El texto que me ofrece me sirve de guía para darme ideas, contraponerlo con mi experiencia profesional y no olvidarme de puntos importantes pero está muy lejos de ser un simple copiar y pegar, tras solicitarle información de un tema.

De hecho tiende a repetir conceptos en un contenido largo, crea textos aburridos y simples a veces, menciona citas y fuentes que no encuentro por ninguna parte. Se dice en Internet que a menudo tiene “alucinaciones” y lo corroboro, y resuelve sorprendentemente problemas de matemáticas de forma incorrecta. En general se expresa de forma menos humana, de forma más artificial.

Pero sin duda ChatGPT te permite ser mucho más productivo en tu trabajo como docente, sea cual sea la materia que enseñas. Algunas ideas te las muestro a continuación.

5. Cómo usar ChatGPT como profesor para ser más productivo

ChatGPT te puede ayudar en tareas repetitivas o darte pautas para mejorar el aprendizaje de un tema. Igualmente te permite ofrecer feedback más detallado en la corrección de tareas y exámenes y calificar con mayor precisión.

A continuación te muestro ejemplos de tareas en las que puedes apoyarte con ChatGPT. No será un copiar y pegar y seguramente tendrás que cambiar detalles pero acelerará todo el proceso creativo.

1) Planificar una unidad didáctica sobre un tema

2) Encontrar recursos en texto y vídeo que ayuden a la comprensión de la unidad

3) Crear tareas a completar en clase especificando una metodología

4) Crear una rúbrica para poder evaluar una tarea

5) Generar preguntas de un examen o test a partir de un tema o texto

6) Escribir o responder a un correo electrónico

7) Ayudarte en la calificación de deberes

Pero ChatGPT además puede transformarse en un tutor personal muy efectivo para cada estudiante. Por ejemplo, tras un examen, el alumno puede copiar y pegar un error de un examen y obtener un feedback detallado de ese error y preguntar a este chatbot tanto como necesite sin miedo a ser juzgado aclarando ideas equivocadas.

De esta manera, también, puedes liberar tiempo para dedicar a los estudiantes con más dificultades, aplicar un aprendizaje diferenciado en clase, realizar más evaluaciones formativas, y en general estar más presente y menos estresado.

Herramientas que ya usas en tu profesión como Google Docs, Teams, Gmail o Moodle integrarán ChatGPT u otra IA en el futuro, y no sólo para ofrecer productividad sino también para obtener un aprendizaje más personalizado. Podrás atender mejor las necesidades del alumno en una formación en línea o presencial. Básicamente el objetivo es aumentar nuestra inteligencia humana con la IA y no sustituirla por ella.

¿Has usado ChatGPT como profesor y te encanta? o por el contrario ¿te asusta? Déjame tu comentario debajo con tu experiencia con esta IA.

Si quieres seguir aprendiendo sobre ChatGPT, sus aplicaciones docentes y saber de otras herramientas educativas con inteligencia artificial que ya puedes usar, no olvides suscribirte al canal de Youtube de la Academy TotemGuard.